Ricard Martínez (UV) “Se ha avanzado en derecho digitales pero queda mucho camino por recorrer”
Gracias a la automatización y todos los cambios asociados a este nuevo modelo digital, los procesos de gestión de la información son totalmente nuevos y el análisis de datos y la inteligencia artificial y Big Data, impacta tremendamente en nuestras vidas y nuestros derechos. En torno a esta reflexión, ha girado la ponencia del profesor Ricard Martínez (Universitat de Valencia) en las X Jornadas de la AVV y que ha llevado por título ‘Derechos digitales y Archivos.
Desde el punto de vista de los derechos, ha explicado Martínez, hay muchas ventajas pero también algunos vacíos y afectan a muchos ámbitos como la vida privada; a la comunicación, con la redacción incipiente incluso de noticias automáticas y en definitiva, todo un campo de aplicaciones que ya preocupa al derecho. La Ley Orgánica 3/2008 de 5 de diciembre de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales es el primer esfuerzo en esta materia, porque ya decía que la transformación digital impacta en nuestros derechos y los transforma y hace surgir otros nuevos. “Todo pasa ya por un entorno digital hasta comprar el bonobús y todo está sometido a una cierta discriminación, de acceso a la tecnología, de edad, discriminación cultural, etc…”, señala el profesor.
Es necesario promover la igualdad y son los gobiernos quienes deben trabajar en este sentido, como también abordar el derecho a la seguridad. El derecho a la Educación Digital, por su parte, ya se citaba en esta ley y es algo fundamental, habría que fomentar la cultura y competencias computacionales porque estos perfiles serán los únicos que tendrán acceso al trabajo y al bienestar. “Esto es muy serio”, advierte. El legislador vio con buen criterio que había que cambiar cómo se educa a todos los niveles, sin embargo apenas en las oposiciones públicas entra algo de esta materia, pero eso no conlleva el cambio del acceso y del modelo en sí, como sería necesario.
Los padres también tienen un rol muy importante en esta ley. También el derecho de rectificación está contemplado para ir más allá de los medios, para llegar también a las redes. Pone el ejemplo de que cuando se acusa a alguien y luego se demuestra que no era culpable, el daño ya está hecho y hay que tener derecho a la ‘realidad de los hechos’, no solo a la realidad que publican los medios (que luego rara vez se desdicen por propia decisión).
Hace referencia Martínez a los meses de confinamiento “cuando no sabíamos cómo proteger el interior de nuestra casa porque era algo imprevisto” el conectarnos con una webcam a diario, y algunas instituciones han puesto medios como fondos de pantalla neutros u otras herramientas que son apenas detalles “pero dicen mucho”. También se pone de relieve el derecho a la intimidad frente a la geolocalización y el derecho a la desconexión.
“Se avanza por tanto, pero queda camino por hacer y de esto trata de hablar la «Carta de los Derechos Digitales” que se redacta a nivel internacional por un grupo en el que se encuentra también el ponente, que aclara que “no es ley ni una norma jurídica, es una guía con valor ético a nivel europeo”.
Por ejemplo, aborda el concepto de dignidad humana ante la inteligencia artificial y es un tema muy amplio, porque hay unos principios que recogen un conjunto de valores que debería contemplar la legislación de las administraciones en materia de IA. Entre ellos, pedir siempre intervención humana como validación, así como corregir posibles automatizaciones erróneas.
También aparecen conceptos como la “reutilización de datos” porque hay que pensar cómo se mueve el ecosistema de los datos en la UE. Y hace referencia a la directiva Open Data en un contexto en que se han de garantizar los derechos de las personas y las administraciones deben respetar estos criterios recogidos en la carta.
La filosofía de la carta también habla de la importancia de la formación para que el trabajador pueda reciclarse y mantener su trabajo en condiciones óptimas.
Martínez incluye en la charla una referencia a la geolocalización, para reflexionar sobre la idoneidad o no de que, en determinados contextos, como el de la pandemia, estas herramientas puedan servir para minimizar los impactos en la salud pública si la administración pudiera hacer un uso excepcional de esta manera de saber dónde están sus ciudadanos en un escenario tan crítico.
Y como de este aspecto, se habla también de cuestiones como la sexualidad, las fake news o de consumo en general. Y es que surgen nuevos derechos que afectan a la identidad personal, la participación ciudadana y la promoción de cambios en la educación. Del mismo modo surge un derecho recogido en la carta de derechos digitales para que se impulse el derecho a la protección digital con la implantación de la teleasistencia sanitaria.
Por último, e interpelado por los asistentes para que muestre su opinión sobre la distancia entre las administraciones y los ciudadanos, Martínez propone centrarse en las necesidades de los usuarios y critica que nunca ha habido una desvinculación tan ‘salvaje’ entre las personas con respecto al Estado. “Esto es- afirma Martínez- una asignatura pendiente y urgente para la propia Administración”, porque no se está sabiendo educar a la ciudadanía en darle al Estado su valor y difundir los servicios que presta.
Concluye el experto que los archiveros tienen un rol clave en esta nueva configuración de la sociedad ya que “si no cuidamos la gestión de millones de datos pasará que un mal tratamiento de los datos es igual a una mala toma de decisiones”.