Seles hace un magistral alegato para reclamar protagonismo de la profesión en la transformación digital
La Secretaria General del Consejo Internacional de Archivos (ICA), Anthea Seles, se ha encargado de la apertura de las X Jornadas AVV con un apasionado discurso en el que ha insta a los archiveros y archiveras a reivindicar el lugar que en su opinión merece esta profesión por la indiscutible importancia de la documentación que tratan y custodian.
Tras hacer un repaso del trabajo de ICA y su papel incluso durante los peores momentos de la pandemia., Seles ha resaltado que “la COVID nos ha forzado también a nosotros como profesionales a enfrentarnos a lo digital como nunca antes habíamos hecho. Esto ha complicado nuestro trabajo aún más al haber mayor diseminación de documentación por el objetivo de facilitar el teletrabajo y la toma de decisiones en remoto”. Se ha abierto una nueva vía para reflexionar sobre la importancia de los archivos para entender mejor como restablecer formas de trabajar distintas, ha indicado Seles.
A juicio de la Secretaria General del ICA, es el momento de dar a entender a las administraciones porqué somos importantes, “ahora que han visto nuestro papel más claro aún, al darles acceso en remoto a datos muy importantes para su gestión” continua. En este sentido, el ICA promueve este diálogo y ha lanzado campañas en redes sociales, a un nivel que nunca antes había hecho, y ha conseguido mediante webinars y contenidos llegar a muchos archiveros de todo el mundo. Cambio climático, rendición de cuentas o transparencia son temas a los que la difusión enorme de las redes han dado mucha visibilidad, y pone el ejemplo de la Semana Internacional de los Archivos, en la cual participaron archiveros de 38 países.
Seles ha querido asimismo compartir otros tres proyectos de referencia mundial en las jornadas #ArxiusVisibles
Amsterdam
Entre esas iniciativas ‘inspiradoras’ con el objetivo de hacer visibles los archivos, destaca una iniciativa de Amsterdam que consiste en transcribir documentos notariales con un método efectivo en el que participó mucha gente de la profesión. Y esto ha derivado en ‘Transkribus’ (crowdsourcing) un programa de automatización para transcribir manuscritos y hacerlos accesibles.
Canadá-Project Naming
Surge para dar voz a pueblos indígenas que ayudan con la identificación de actividades y documentos que permitan verificar información y además dar un trato justo a pueblos reprimidos y maltratados durante mucho tiempo. Por ejemplo, fosas comunes en Canadá, Australia y otras áreas. “Es un ejercicio verdadero de memoria histórica y les ofrecemos un nivel de control sobre cómo están representados en los archivos” y dejarles que opinen y ayuden a corregir visiones diversas y ser inclusivos, explica Seles.
Francia
Almacenamiento de documentos digitales utilizando ADN. Desde un ambicioso proyecto se utiliza Inteligencia Artificial como documento, un reto complejo por los volúmenes ingentes de datos y que se capturan y se almacenan. Estas herramientas se están usando ahora por parte de los gobiernos en la toma de decisiones, no es nada banal. “Además nos ha permitido ver que nuestra capacidad de almacenamiento es muy limitada y hay que ampliarla. Cada vez hay más información y el debate sobre almacenamiento y el impacto medioambiental está en la mesa, por eso querían codificar mediante ADN , al ser neutro en las emisiones de carbono y además ocupar muy poco espacio. Es muy curioso” indica la Secretaria General de ICA.
Tras repasar estos proyectos, Seles ha hecho una reivindicación vehemente de la necesidad de que los archiveros “se defiendan” y empoderen los archivos, dando claves sobre cómo dar ese paso al frente.
“Tenemos que ser nosotros, los archiveros, quienes cambiemos ciertos modos de pensar y empezar a poner en valor la imagen y el rol de los gestores de documentos”. “El cambio debe empezar en nosotros para demostrar que por una cuestión de gobernanza y transparencia nuestra profesión debe ser más reconocida y se nos debe facilitar un crecimiento” expone. ¿Por qué no estamos cambiando? Y respondiendo ella misma a la pregunta, insiste en que “no podemos esperar a un líder que nos reconozca, debemos que ser nuestros propios agentes de cambio y asumir la responsabilidad de ser valientes y representar nuestro papel”.
Para hacer esto, a juico de Seles, hay que tener argumentos claros y ‘pruebas’, argumentos elocuentes de porqué la profesión tiene que estar presente en las reuniones importantes. “Nosotros sabemos que somos decisivos en el buen gobierno pero tenemos que plantarnos ante los líderes con pruebas en la carpeta y que sea indiscutible”.
“Hagámonos hueco, saquemos codo, y sentémonos a la mesa para defender la pieza clave que son los archivos” ha propuesto la líder del ICA. “Hemos de ser estratégicos y ocupar nuestro lugar junto a la defensa de la profesión. Buscar colaboradores que nos acerquen a los oídos de quienes toman las decisiones políticas. Necesitamos para ello, eso sí, hablar de lo que hacemos y poner ejemplos tangibles”.
“Y hay que arriesgar, necesitamos transformación y esto requiere pruebas y fracasos, como la ciencia mejora a base de prueba-error” Seles reivindica de este modo el papel de los archiveros en la transformación digital, “porque somos quienes van a gestionar todo ese volumen de datos que nos rodea”. Y pide a los profesionales proactividad.
“Gestionamos documentación que cambia la vida de la gente. Eso hacemos los archiveros. Vamos a divulgarlo con ejemplos y pruebas para que nos entiendan” prosigue Seles.
Por último, pone en este sentido un ejemplo del Reino Unido, donde se hizo un experimento sobre el riesgo de la conservación digital y han logrado hacer evidente la necesidad de mas financiación para no poner en riesgo el patrimonio, este tipo de iniciativas son las que propone Seles.
El rol del archivero es vital para las administraciones públicas porque usan ya software para almacenar datos de los ciudadanos y hace falta presencia de archiveros que aporte un componente ético, porque saben de sesgos y de gestión documental. Porque pueden arrojar una perspectiva histórica, que es algo vital. No se trata de solo adquirir datos, sino que el machine learning lleva a volúmenes de datos que se tienen que conservar en el futuro y con unas condiciones de validez intemporal, con una precisión enorme pero también con los matices que pueden darle los archiveros, concluye.